Como Sección Sindical tenemos el derecho a ser informados de todo lo que se produzca en la empresa y a participar en reuniones cuando el departamento de recursos humanos tiene a bien el sentarse a negociar, o simplemente hablar con los sindicatos. Si hubiese buena relación e interés pues hasta podrían ser periódicas y productivas pero lo vamos a dejar en “a veces somos convocados a reuniones”.
Ésta es la narración de la primera reunión a la que han asistido representantes de la CGT (Lino Figueroa y Jesús González). Por supuesto procuraremos publicar el resultado de todas a las que asistamos ya que, como representantes de los trabajadores, pensamos, más bien, estamos convencidos, de que todos tienen derecho a saber qué se cuece tras los bastidores.(1)
Esta primera reunión tiene ciertos paralelismos con una de las entregas de la serie de Star Trek, concretamente dos:
Era lejos, un viaje de 600 km hacia Madrid.
En ciertos momentos la situación parecía tan surrealista que, bueno, podría calificarse de ciencia ficción (aunque como se explicará más adelante, de ciencia, escasa).
Bien, los pormenores del viaje los dejaremos de lado. Llegamos sobre las 11 y nos vinieron a recibir compañeros de UGT que amablemente nos enseñaron la “zona de apestados”, vamos, el sitio donde la empresa ha colocado la sala del Comité en Madrid y los despachos de las tres secciones sindicales de los que carecemos en Barcelona (han sido solicitados, no hay respuesta, la reclamación está en marcha). Mal que bien en Madrid pueden desarrollar su trabajo de manera más o menos cómoda, al menos tienen sitio (nosotros guardamos la documentación donde podemos, qué le vamos a hacer si somos de provincias).
La reunión era a las 12 así que dispusimos de una hora larga para charlar. Sindical y laboralmente hay poco que comentar, como a la empresa no le interesa negociar suele estar todo en punto moribundo (hay alguna pequeña chispita que evita que muera del todo).
Bien, el orden del día de la reunión era el siguiente:
Información sindical
Aplicación del convenio de Consultoría.
El primer punto puede resumirse en que la empresa se encuentra con los servidores de correo sobrecargados y su sistema antispam está con la lengua fuera. Entonces la feliz idea ha sido proponer de manera bastante etérea que los sindicatos (y comités) dejemos de enviar mails a cambio de un generoso Mb de espacio en la Indraweb para colgar un pdf de información sindical.
Ante tan generosa propuesta todos los representantes sindicales coincidimos en que podrían ahorrársela, e incluso algunos de nosotros nos dimos cuenta de que podría haber un cierto punto de intento de silenciar aún más a la representación de los trabajadores.
El hecho es que según el Estatuto de los Trabajadores y la Ley Orgánica de Libertad Sindical, amparada además por jurisprudencia al respecto, el e-mail es un medio aceptado de comunicación con los trabajadores. La empresa no puede impedir por ningún medio el uso el email para las comunicaciones, así de simple, aunque tampoco está en la obligación de facilitarlo, y ahí entramos en una cuestión peliaguda.
Si el filtro antispam se sobrecarga es problema de la empresa y es hasta cierto punto vergonzoso que una empresa líder en tecnología no pueda ponerle solución (con todo nuestro respeto a los compañeros de sistemas, de los que en ningún momento dudamos de su profesionalidad). Pensando mal (y acertando) es muy probable que alguna decisión burocrática pueda estar bloqueando la solución. Si el problema es con los mails externos quizás es que nos vemos obligados a pagar de nuestro bolsillo estos servicios fuera de Indra; la solución más sencilla sería que cada comité y sección sindical tuviese su dirección @indra.es, pero claro, es mejor seguir mareando la perdiz.
Una excusa que se escuchó fue que no todos los mails se referían a temas sindicales de Indra y que se podría cortar eso. Bien, no estuvo de más el recordar a la empresa que los sindicatos cumplen una labor social también; la cumplían antes de existir los “planes de conciliación” y la seguirán cumpliendo cuando ya no estén de moda. De hecho estuvo bien recordar a la empresa que la propia Indra nos sobrecarga con spam con esos mails de Indraclub que recibimos casi cada semana.
Bueno, una cosa extremadamente fea es que CCOO tienen baneadas sus ip's y la empresa lo niega... bueno, quizás no lo niega directamente, usa la “táctica del mareo de perdiz” y la de “a mí me dicen que no”. El asunto parece ser que está en los juzgados, ya nos contarán cómo se resuelve.
El segundo asunto de la reunión era la aplicación del Convenio de Consultoría a los compañeros provenientes de la antigua Azertia (convenio propio). Parece ser que hay problemas con las equivalencias de las categorías profesionales y recursos humanos se encuentra con una sobrecarga de trabajo.
Han pedido nuestra colaboración para ayudarles y en principio se hará así cuando se concrete algo más. Dejando aparte de que el XVI Convenio de Consultoría es la mayor basura jamás parida por la humanidad (hay categorías cuyo salario mínimo es INFERIOR al salario mínimo interprofesional, es vergonzoso que un sindicato haya ratificado algo así) creemos conveniente el ejercer una labor de “vigilancia” porque con el historial de buen trato hacia el empleado que tiene la empresa es probable que se tienda a la equiparación de categorías a la baja.
Poco más podemos comentar sobre ello ya que tendría que establecerse una comisión conjunta para estudiar el tema. La empresa decidirá si quiere hacerlo, cómo y cuándo.
El turno de Ruegos y preguntas fue bastante corto:
La empresa asegura que no hay ningún ERE en camino. Hay que tomarlo con precaución.
Ante la pregunta de si el equipo directivo dará ejemplo de austeridad ante la crisis y congelará sus sueldos o limitará sus subidas (tal como llevan haciendo con los empleados desde hace más de una década en épocas de bonanza) la respuesta fue: sin comentarios.
Ante la pregunta de “qué pasa con los desasignados” (en Madrid están en el limbo ya que HAY puestos fijos) se respondió que “se mirará el tema”. Barcelona debe ser el paraíso del desasignado porque se mencionó varias veces, hasta que le hicimos notar que, por ejemplo, los desasignados en Barcelona no tienen portátiles porque son pagados por cada proyecto. Es extraño que no conozcan estos hechos en nuestra Dirección. Bien “lo mirarán también”.
No queremos extendernos más sobre esta reunión pero os invitamos a que sigáis desde aquí la información que iremos publicando cuando buenamente podamos.
¡Salud y anarquía!
(1) Conocemos nuestro deber de salvaguarda de información confidencial, sabemos dónde están nuestros límites y en ningún caso lo sobrepasaremos. Todo lo demás es público y haremos todo lo posible para que llegue a conocimiento de todos los empleados.
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